Con todas estas ventajas nadie puede negar que la comercialización de productos por Internet no pueda ser un éxito para nuestros negocios.
Pero no todos los planes de negocio, cuyo objetivo es comercializar productos on line, tienen el éxito asegurado. Y la razón es principalmente una errónea definición de su estrategia empresarial en la Red.
Existen diferentes modelos de comercialización de productos y servicios en la Red: el Business to Business (B2B), Business to Consumer (B2C), Consumer to Business (C2B) y el Consumer to Consumer (C2C). Para analizar este problema de definición nos centraremos en el modelo más extendido actualmente en la Red: la venta al usuario final.
Son muchos los factores a considerar a la hora de definir la estrategia más adecuada. Uno de los primeros elementos será la definición geográfica del modelo de negocio: global, continental o nacional:
· Modelo Global: se basa en la comercialización de productos entendiendo los diferentes mercados como uno solo. Nace como consecuencia de la falta de barreras de la propia Red.
· Modelo Continental. Con éste se ataca a una única región con diferentes mercados asociados (por ejemplo, Europa). Una de sus ventajas es el posicionamiento intermedio (con la reducción de riesgos que ello significa), lo que quiere decir que no es ni global, ni está limitado a un mercado nacional. Así mismo, requiere de múltiples modelos de negocio para los diferentes mercados que aborda. Este modelo queda reflejado en el conocido planteamiento Think global, act local (mentalidad global, actuación local).
· Modelo Nacional: ideal para pequeñas empresas con mercados limitados que quieren ampliar negocio, con miras hacia el planteamiento continental. Sin embargo, no es aconsejable para aquellas empresas más grandes con sobrada capacidad y recursos como para utilizar un modelo continental.
Otro de los elementos necesarios para alcanzar el
éxito del proyecto será el desarrollo de una web que cumpla las expectativas
del usuario. Por lo general, éstas son:
Facilidad de uso. El usuario debe encontrarse cómodo al navegar por
la web y ser capaz de conseguir su objetivo en el menor número de pantallas. Valor para el consumidor. Existen diversos factores que fidelizan a los usuarios y, como consecuencia, realizarán o repetirán la acción de compra con nosotros. Esos factores son: especialización, credibilidad, seguridad, atención al cliente, servicio posventa, precio y logística.
Servicio al usuario. Por lo general, una web es un sitio impersonal. Por ello, hay que hacer percibir al usuario que no está solo, que existe un equipo de personas. En este sentido, un servicio de atención al cliente, con número de teléfono operativo permanentemente o un e-mail de rápida respuesta ofrece una gran confianza al potencial cliente.
Imagen de marca. Una buena marca da credibilidad y seguridad, por tanto habrá que construir una marca sólida, que sea capaz de generar valor añadido al usuario. En principio, parece algo complicado y costoso de llevar a cabo, pero con una estrategia coherente y un equipo profesional sólido se puede realizar. Las empresas o marcas de éxito en Internet actuales no existían hace pocos años y ahora son, por tamaño, por credibilidad y por confianza, líderes a nivel mundial.
Velocidad. Se refiere al tiempo de que se dispone para captar la atención del usuario. Si se trata de una web ágil, en pocos segundos se debe llamar su atención y mostrar el beneficio del producto.
Cada vez más, las empresas adquieren una mayor
conciencia respecto a lo que Internet significa, en qué medida afecta a sus
negocios y cuáles son sus reglas básicas. Las ideas anteriores pretenden aportar
alguna luz adicional sobre este aspecto.
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