lunes, 22 de octubre de 2012

En fin de semana caerá la noticia

Hace aproximadamente dos semanas todo parecía apuntar a que España solicitaría el rescate durante el fin de semana. Como viene sucediendo con este tipo de noticias, se elegiría ese momento en que los mercados no están abiertos para no perjudicar a unas bolsas muy nerviosas. Sin embargo, en este inicio de nueva semana, tras la reunión del Eurogrupo, todo parece haber cambiado: todos los estamentos oficiales, nacionales y comunitarios, esgrimen los mismos argumentos para justificar que España no está bajo presión de pedir el rescate, alabar las reformas emprendidas y animar a continuar por ese camino para finalmente conseguir el cumplimiento del objetivo del déficit.
El punto de la discordia entre este discurso y las expectativas del mercado se encuentra en los excesivamente altos tipos de interés a los que la economía española se está financiando. El propio Fondo Monetario Internacional estima que España debería tener una prima de 200 puntos básicos con Alemania en base a los fundamentales que ambas economías presentan. Pero, y ahí está la discrepancia, el mercado piensa que esa evolución a la baja de la prima de riesgo sólo es factible mediante una intervención contundente del Banco Central Europeo, y ésta no se llevará a cabo en tanto no sea solicitada por el gobierno español, mientras que los poderes políticos creen firmemente que esa ayuda no será necesaria. El propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha declarado que sólo solicitaría el rescate en el caso de que la prima de riesgo superara los 600 putos básicos, dejando la financiación de nuestra economía en niveles ciertamente insostenibles.
En nuestra opinión, Bruselas está ganando tiempo, como siempre, intentando que las cuentas públicas -sobre todo-, y el inicio de una senda de recuperación -menos identificable en estos momentos-, dejen en una mejor situación los datos sobre España y, no lo olvidemos, Italia, para cuando Europa se enfrente al mayor problema que ahora mismo tiene encima de la mesa: Grecia.
Aunque el propio Eurogrupo se encuentra dividido entre posturas como la alemana, más flexible para con el país heleno, o la holandesa, muy exigente en cuanto al cumplimiento de los acuerdos establecidos, parece clara la necesidad de dar una solución definitiva al drama griego, que si finalmente acabara con la salida del euro de este país, implicaría un ataque especulativo a las siguientes fichas del dominó, pero que no tendría éxito si finalmente se consiguen cuadrar cuentas y recomponer la situación económica a unos niveles resistentes a dichos ataques.
Si al escenario anterior le añadimos las nuevas previsiones de crecimiento mundial recientemente publicadas por el Fondo Monetario Internacional, en las que incrementa la tasa de decrecimiento para España frente a las anteriores previsiones (-1,5% para 2012 y -1,3% para 2013); o que el mismo organismo piensa que los objetivos de déficit público de España para 2012 y 2013 se superarán colocándose en el 7% (6,3% objetivo del Gobierno) y el 5,7% (4,5%), todo parece indicar que, como en anteriores ocasiones, es el análisis del mercado el más acertado y que lo inevitable sólo ha ganado alguna semana más. Veremos qué ocurre la próxima madrugada del sábado a domingo.